Hace 8 años, casi 9 ya que confiamos en Anglophone, desde que nuestros hijos eran muy pequeños. El resultado hasta ahora es que nuestra hija con 11 años recién cumplidos tiene el B1 y sobre todo no tiene vergüenza en entrar en una tienda en Londres y pedir un helado, explicando que es celiaca y ha de ser sin gluten. En cuanto al niño, va a clase por propia voluntad y se lanza a hablar sin complejos. Confiamos plenamente en Anglophone para que cuando tengan que elegir sus estudios, el idioma no sea una limitación.